Alquilar una cocina comercial en España es mejor idea que construir una cocina tradicional desde cero si quieres reducir los costos de puesta en marcha del negocio y abrir las puertas cuanto antes.
Por lo general, las cocinas comerciales son espacios compartidos que vienen equipados con todo lo necesario para comenzar a servir a los clientes hambrientos de inmediato. Además, ya están homologadas para el funcionamiento del negocio, por lo que no se deben obtener permisos.
Una gran forma de ahorrar dinero es informarse sobre los precios del sector y comparar tamaños, equipamientos y ubicaciones. El costo de rentar el espacio de cocina comercial es clave pensando en la viabilidad del negocio.
¿Cuál es el costo de rentar una cocina comercial en España, entonces? En esta guía, se desglosan los costos de las cocinas comerciales para que puedas centrarte en lo que mejor sabes hacer: preparar platos que hagan agua la boca.
Costos de las cocinas comerciales en España
El costo de rentar una cocina comercial en España depende fundamentalmente de dos factores: la ciudad y la ubicación. En Madrid, es posible rentar un espacio de cocina compartido por 4 € la hora si se trabaja con horarios fijos y por 6 € si se trabaja con horarios variables.
Si trabajas con horarios fijos, suponiendo 8 horas diarias durante 30 días, tu costo mensual será de 960 €. Sigue leyendo para conocer más sobre los factores que influyen en los precios.
Factores que influyen en el costo de rentar una cocina comercial
El tamaño importa
El tamaño de la cocina es un factor determinante. Los espacios más grandes, como las unidades centrales de producción, son ideales para los restaurantes, mientras que los espacios más pequeños, como las dark kitchen o las cocinas para reparto de comida, son mejores para los negocios de menor tamaño.
Lógicamente, las cocinas más grandes son más costosas que las más pequeñas, entonces es muy importante saber qué se adapta mejor a tus necesidades para encontrar el espacio adecuado. Las cocinas de 40 metros cuadrados, por poner un caso, son perfectas para marcas establecidas que buscan escalar o invertir en una segunda ubicación.
¿Dos son compañía?
Esto no te resultará nuevo, pero el número de cocinas que rentes repercutirá en su costo. La cocina comercial estándar tiene alrededor de 20 metros cuadrados, por lo que te encontrarás con mucho espacio para crecer en una cocina de 40 metros cuadrados.
Sin embargo, existen razones para rentar dos cocinas pequeñas en lugar de una grande. Siempre dependerá de tus objetivos, tu modelo de negocios y de la naturaleza del emprendimiento.
No es lo mismo un carro de comidas, el envío de comida a domicilio o la venta en un lugar específico, por ejemplo. De la misma manera, no es lo mismo considerar la posibilidad de abrir una sucursal en otro barrio o ciudad que no.
Ubicación, ubicación, ubicación
La popularidad y accesibilidad de la ubicación de la cocina comercial influirá en su coste. Las zonas muy transitadas, como el centro de las grandes ciudades, suelen ser más caras que los pueblos de las afueras, más aún en los casos de Madrid y Barcelona.
Para las empresas que no dependen del tráfico peatonal, como los servicios de catering o los vendedores de mercado, el ahorro puede compensar los inconvenientes derivados de una ubicación no tan favorable.
Equipar la cocina
Equipar la cocina con el material necesario puede suponer un costo inicial considerable, pero si rentas un espacio de cocina comercial, debería estar equipado al menos con lo esencial. Los proveedores deben incluir elementos básicos como tomas de corriente, sistemas de extracción adecuados y superficies higienizadas al detalle.
Según el caso, será necesario rentar o comprar equipamiento para cocinas comerciales, si bien hay espacios de cocina comercial que los incluyen. El caso de la renta por 4 € la hora si se trabaja con horarios fijos y por 6 € si se trabaja con horarios variables sobre el que leíste al comienzo incluye todo lo necesario para comenzar a trabajar de inmediato en Madrid.
Servicios públicos: agua, gas y electricidad
Al rentar un espacio de cocina comercial, los costes de los servicios públicos suelen ser inevitables. No obstante, en el ejemplo del que venimos hablamos este no es el caso porque se trata de un espacio de cocina compartido en cuyo precio se incluye el equipamiento y los servicios.
Si optas por un espacio privado, seguramente deberás hacerte cargo de los costos asociados al agua, el gas y la electricidad. En ese caso, es necesario tenerlos muy en cuenta si quieres hacer funcionar adecuadamente tu negocio.
El dilema del software de reparto
Poner en marcha un negocio de reparto de comida a domicilio y gestionar los pedidos puede ser complicado. Invertir en un software personalizado aumenta los costos, aunque algunos proveedores ofrecen tecnología que agiliza el proceso, lo cual compensa el gasto rápidamente.
Expansión a nuevas regiones con cocinas comerciales
Las cocinas comerciales ofrecen una forma segura de poner a prueba la viabilidad de tu negocio en nuevas zonas o de expandirte a barrios emergentes sin tener que invertir mucho capital.
Al mismo tiempo, ofrecen planes de renta más flexibles que los restaurantes tradicionales. Esto te permitiría comprobar si tus platos tendrán éxito entre los lugareños o si sus paladares no son lo bastante refinados para apreciar tu cocina exquisita. A su vez, al no tener contratos de varios años, puedes marcharte si una zona no te aporta el tráfico que buscas.
Conclusión
Rentar una cocina comercial en España, algo que puedes hacer en PedidosLab, es una solución práctica y relativamente económica para muchos emprendedores culinarios. Ofrece flexibilidad, reduce los costos iniciales y permite una rápida puesta en marcha.
Pero cada detalle cuenta: la ubicación, el tamaño, el equipamiento y los servicios son factores cruciales. Conocer y comparar te permitirá tomar decisiones informadas para adaptar tu elección a las necesidades específicas de tu negocio.
En definitiva, encontrar la cocina comercial perfecta puede ser el primer paso hacia la creación de experiencias gastronómicas inolvidables en las que cada plato cuente una historia y cada sabor deje una huella imborrable en el paladar de los comensales.